lunes, 10 de septiembre de 2012

Okela: Espartanos en Cantabria


“…parte de Cantabria fue sojuzgada por los espartanos. Aquí también está Okellas, ciudad que se dice fue fundada por Okela...”

Estrabón – Geográfica III, 4, 3

Comienza así la historia de Okela , en la que el autor a partir de una cita de Estrabón va engranando la historia del general espartano e introduciéndola en la historia del pueblo cántabro.

Una vez que han conquistado toda Asia, los persas amenazan ahora a la Hélade Griega con un ejército como nunca antes se había visto. Okela, uno de los generales espartanos, es enviado para comprobar si los informes que llegan a Grecia son ciertos, y se encuentra con que el ejército del rey Jerjes es invencible.

Ante esta situación, los diferentes gobernantes griegos se reúnen para buscar una alianza que les permita impedir la invasión, pero el Oráculo de Delfos envía un mensaje claro a los espartanos: deben buscar las fuentes del «Nilo de Occidente» para fundar allí una nueva Esparta. Okela será de nuevo el elegido para realizar dicha misión. Junto con trescientos hombres más, deberá abandonar Grecia y dirigirse al Oeste en un viaje hacia lo desconocido.

Los 300 de las Termópilas deben morir para dar tiempo a que los otros 300 consigan perpetuar Esparta.

Los aventureros se verán así envueltos en la lucha entre Siracusa y Cartago, sufrirán los envites de un mar tormentoso y arribarán a las costas de Iberia, donde encontrarán tribus  que se opondrán a su búsqueda y otras que les ayudarán,describiendo sus costumbres, mientras intentan seguir el cauce del Ebros y crear una nueva nación en el corazón de aquel territorio inhóspito.

Pedro Santamaría, en su primera novela, nos sorprende con una agilidad narrativa inesperada, dando forma a una novela adictiva que se introduce en los pliegues de la Historia para narrar desde un enfoque diferente  el origen de los cántabros, pero a la vez convierte el viaje de Okela en una nueva Odisea sólo que esta vez sin esperanza de retorno a su particular Ítaca.

El autor  juega además con que el lector conoce los datos y resultado de batallas que Okela tardará años en saber, y de manera distorsionada, como era común en la época.

El personaje principal está bien construido y nos permite involucrarnos en la historia desde el principio, así como algunos de sus secundarios, aunque es una lástima que  el autor no profundice más en alguno de ellos.

Además en la novela , aparte de la educación y costumbres espartanas,nos va narrando las diferentes formas de combate,  las panoplias y armas utilizadas ,  que se van encontrando a lo largo de su viaje: la falange hoplita al principio de la novela , el combate naval , la guerra de asedio en Siracusa y las diferentes formas de combate de los pueblos ibéricos , engarzando la manera de luchar de los guerreros cántabros con la falange. Sorprende la maestría a la hora de narrar las batallas de forma amena, aunque exhaustiva.

A partir de la cita de Estrabón , los paisajes descritos y costumbres se basan en la historia conocida hasta ahora y están basados en los hallazgos arqueológicos.

En resumen , una novela entretenida que gustará a los amantes de la historia militar y la novela histórica, y que nos deja con ganas de saber más de la historia de Okela.

 ¿Retornará algún día como Ulises a Esparta?





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